Ángeles Ágora
Parrochinas es el nombre que en Asturias empleamos para denominar a las sardinas pequeñas.
Ya que la receta de hoy no tiene ninguna complicación ,a no ser controlar la temperatura del aceite, me permito añadir algunos datos sobre los beneficios del pescado azul. Si no os interesa semejante rollo , os váis directamente a la receta y listo :)
El consumo regular de pescado azul (sardina, atún, salmón...) puede ayudarnos a regular el nivel de colesterol, gracias a su riqueza en ácidos grasos Omega 3.
Pero, además, estudios recientes sugieren que el consumo de ácidos grasos Omega 3, por su acción anti-inflamatoria, ayudan a conservar nuestras articulaciones flexibles.
Así, un mayor consumo de pescado azul en nuestra dieta ayudaría a reducir la dosis de medicamentos que se prescriben habitualmente para combatir el dolor y la inflamación, cuyos efectos secundarios pueden ser importantes por tratarse de problemas de salud crónicos que precisan de largos períodos de medicación, muchas veces de por vida.
Además de estos valiosos beneficios para nuestra salud, el pescado azul contiene vitamina B12, D y minerales, si bien su aporte calórico es superior al del pescado blanco.
En la actualidad, las investigaciones se centran en el papel protector que pueden ejercer los ácidos grasos Omega 3 en algunos trastornos mentales, como la ansiedad, la depresión, e, incluso, el trastorno bipolar.
Fuente:Estilo y Bienestar
La receta
En la pescadería nos limpian las vísceras y nos quitan la cabeza...bueno ,la de la parrochina.
Al llegar a casa debemos revisarlas y quitar los restos que hayan quedado.
Yo luego las lavo bien y las pongo a escurrir.
Ya sólo queda salarlas, pasarlas por harina ligeramente y freir.
Al sacarlas de la sartén , las ponemos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
En mi casa se suelen acompañar de patatas cocidas con un chorro de aceite virgen en crudo.
Esta vez, tocó con ensalada.
PARROCHINAS FRITAS
martes, 28 de junio de 2011
/ 8 comments
Parrochinas es el nombre que en Asturias empleamos para denominar a las sardinas pequeñas.
Ya que la receta de hoy no tiene ninguna complicación ,a no ser controlar la temperatura del aceite, me permito añadir algunos datos sobre los beneficios del pescado azul. Si no os interesa semejante rollo , os váis directamente a la receta y listo :)
El consumo regular de pescado azul (sardina, atún, salmón...) puede ayudarnos a regular el nivel de colesterol, gracias a su riqueza en ácidos grasos Omega 3.
Pero, además, estudios recientes sugieren que el consumo de ácidos grasos Omega 3, por su acción anti-inflamatoria, ayudan a conservar nuestras articulaciones flexibles.
Así, un mayor consumo de pescado azul en nuestra dieta ayudaría a reducir la dosis de medicamentos que se prescriben habitualmente para combatir el dolor y la inflamación, cuyos efectos secundarios pueden ser importantes por tratarse de problemas de salud crónicos que precisan de largos períodos de medicación, muchas veces de por vida.
Además de estos valiosos beneficios para nuestra salud, el pescado azul contiene vitamina B12, D y minerales, si bien su aporte calórico es superior al del pescado blanco.
En la actualidad, las investigaciones se centran en el papel protector que pueden ejercer los ácidos grasos Omega 3 en algunos trastornos mentales, como la ansiedad, la depresión, e, incluso, el trastorno bipolar.
Fuente:Estilo y Bienestar
La receta
En la pescadería nos limpian las vísceras y nos quitan la cabeza...bueno ,la de la parrochina.
Al llegar a casa debemos revisarlas y quitar los restos que hayan quedado.
Yo luego las lavo bien y las pongo a escurrir.
Ya sólo queda salarlas, pasarlas por harina ligeramente y freir.
Al sacarlas de la sartén , las ponemos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
En mi casa se suelen acompañar de patatas cocidas con un chorro de aceite virgen en crudo.
Esta vez, tocó con ensalada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Esto es como lo de Coca Cola Y pepsi, yo me quedo con los bocartinos rebozados en harina y vuelta y vuelta en aceite muy caliente.
ResponderEliminarPero las parrochinas son más sabrosas, qué duda cabe...
En casa mi madre las hacía cuando éramos pequeños apretándolas por la cola y haciendo panochas y era una delicia tomar las sardinillas así.
ResponderEliminarInteresante, mucho, toda la información sobre el pescado azul.
Besitos.
Hija mía de mi vida, ¡qué rico!. Me ha gustado mucho la idea de acompañarlas con patatitas cocidas.
ResponderEliminarEstas chiquititas son las que me gustan a mí... las grandes ya me hacen menos gracia.
Un besote, guapa.
Las parrochinas son un vicio, para mi igual que las pipas, me como una detrás de otra y hasta que las termino no puedo parar.
ResponderEliminarBesinos guapa.
Lo que daría por un platín con ensalada y patatinas!
ResponderEliminarEs un bocado, no ya de cardelaes, de papas para arriba.Me encantan y como dices con las patatas cocidas ni te cuento.
ResponderEliminarAyer me retrasé en hacer la compra y ya no quedaban... compré bonito y bocartinos... pescado azul, rico y sano .Gracias por la documentación.
Besinos
Es una delicia ..en mi casa tambien se acompañan de patatitas cozidas y de pimientos fritos ...completito ..bssssMARIMI
ResponderEliminarQué buenas y lo crujientitas que quedan.
ResponderEliminarY a comer así, una detrás de otra, sin quitar espinas ni nada.
Ya me han entrado ganas. Ahora a buscarlas en el super el martes que es cuando hago la compra.
Un besito :)